Thursday, April 22, 2010

Antropología y Arte


Durante los pasados diez años hemos sido testigos de una proliferación de proyectos artísticos basados en lo antropológico. Dicho en términos más "pertinentes" (al léxico imperante entre los iniciados) hemos asistido al posicionamiento dominante del discurso post-colonialista en el arte, en nuestro país. Este discurso beneficia por supuesto las puestas en escena de temas como la memoria, identidad, el género, los discursos under, el GLBT y las migraciones. Y digo las "puestas en escena" porque se ha entendido que es en el formato "expositivo" que han apropiado los antropólogos y antropólogos visuales en donde estos discursos se asemejan a las instalaciones y acciones de corte artístico. Más y más hemos visto en el mundo que las grandes bienales y las macro exhibiciones benefician estas mise en scène aburridas, llenas de fotos y textos, gigantescos pegados a la pared, (que sólo de verlos ya dan ganas de dar gritos violentos), apelando a la participación de las audiencias masivas en un derroche populista que sólo dejan a la palabra Arte en el casillero de la nostalgia.
Artistas que buscan la "comunión" con sus audiencias y antropólogos ávidos de estudiar a "cualquier otro" se fusionan así en un maravilloso casorio que desemboca en este arte aburrido, plano, escéptico y blandengue que es lo que llena los espacios de artes y de Museos. "Retratos antropológicos", se llama una de las muestras, Sub-cooperativa, fenómeno popular, se llama otro colectivo, Memoria, realidad, nuevos tiempos, una bienal, y así por el estilo.
Pero hay algo de lo que el discurso post-colonialista se olvidó, y ese algo es la fantasía, la magia, la diversión, la imaginación, lo poético y ese ingrediente que voy a llamar "ilusionamiento" . Eso se fue quedando de lado en el gran fardo que pateó este discurso. El problema es que habemos muchos artistas y generaciones de artistas descontentos con esta mise en scène para dormir, y queremos preservar los espacios de ese "ilusionamiento poético"
Existen posturas nuevas entre algunos detractores de las políticas post-colonialistas en el Arte, y yo me sumo a ellas. Siento un hartazgo de todas estas muestras y exhibiciones y programas de maestría que le dicen al gran público "el arte no es importante si no trata exclusivamente el tema social y político, documentado".
¿Porqué se ha asumido que a las audiencias sólo les interesa el documental de una realidad plana dolorosa y chata?. Sorprende además que en el país no exista aún una maestría de Arte, con un programa que incluya no sólo la teoría, sino la praxis del Arte por y para artistas, cuando existen programas relacionados a nivel superior, que cumplen este papel ad hoc.
Se ha producido en nuestro medio aquello del ventrilocuismo, porque hoy en día en el Ecuador los directores de espacios de Arte son Antropólogos o sociólogos, que "les dan diciendo" a los artistas lo que deben decir, porque se ha asumido que "nosotros pobrecitos" somos incapaces de discursar por nosotros mismos. Aquellos, junto con los muchos que fungen de curadores, nos dicen qué producir y qué hacer para ser más "vivísimos" y ganarnos los concursos y bienales, qué escribir como texto en la pared, y en fin qué y qué no exponer, en vez de promover y beneficiar las búsquedas personales fructuosas.
Prefiero la antropofagia a la antropología en el Arte. Prefiero hablar que ser "hablada por" prefiero los espacios manejados por y para artistas, prefiero las exhibiciones fuertes llenas de materia, color, dibujo, desparpajo y faltas de textos explicativos, prefiero que los artistas hagan Arte antes que los sociólogos y antropólogos. Prefiero sentirme perdida ante una obra que aburrida hasta la muerte por su texto explicativo. En fin prefiero el Arte que dé lugar a la ilusión poética, al documental insaboro e incoloro y además populista, que es aquello en lo que lo han convertido los antropólogos metidos a artistas y los artistas metidos a antropólogos.


Ana Fernández
Marzo 2010

2 comments:

Antonieta said...

Con afanes de admirar el arte que yo no puedo crear, asisto con alguna frecuencia a exposiciones, muestras, instalaciones, etc. Desde hace algún tiempo siento que son muy pocas las obras que me gustan, que me he vuelto descriteriada y busco sólo cosas que despierten en mí alguna emoción. He pensado que no soy una ciudadana consciente de mi contexto social porque mucho de lo que veo o más bien dicho leo, no me llega a conmover.
No pondría todo el peso en los antropólogos, creo que todo quehacer humano sufre en nuestros tiempos de este querer abarcarlo todo, de meter todos los conocimientos en toda práctica, y al parecer lo ecléctico se está poniendo caótico y aburrido.
Gracias por tu reflexión.

Espacio Vacío Galería de Arte said...

Ilusionamiento poetico!!!!!!!!!!!!
Me encanta! Ana, me has ilusionado!